NUK REBECA

GIRE conoció a Nuk Rebeca en mayo de 2017 cuando tenía apenas tres meses de embarazo. Ella ya tenía dos hijos, cuyos partos fueron complicados por la distancia y los recursos económicos.

No planeaba embarazarse, y se cuidó con un implante anticonceptivo durante tres años. Cuando llegó el momento de cambiarlo, en la Unidad Médica Rural (UMR) no contaban con ese método ni con ningún otro que fuera gratuito. Le vendían las inyecciones hormonales de uso mensual, pero costaban 150 pesos que representan un gasto importante que no pudo cubrir. Meses después quedó embarazada.

 

Llevó su control prenatal en la UMR, sin embargo, no le daban vitaminas ni medicinas. Tenía que viajar a Ocosingo para conseguirlas. Entre el transporte, la comida y las medicinas gastaba entre mil y dos mil pesos cada dos meses.

 

Para octubre, Nuk Rebeca, con 36 semanas de embarazo, no había recibido la atención médica adecuada y no contaba con recursos suficientes para poder salir de la comunidad para el parto. Por eso, acompañada por GIRE, el 25 de octubre presentó una demanda de amparo por violaciones graves al derecho a la salud que ponían en peligro su vida. El Juez ordenó a la Unidad Médica Rural de Nahá, a la Secretaría de Salud de Chiapas y a la Secretaría de Salud federal que se le brindaran todas las atenciones médicas para garantizar su salud y la del producto.

 

El 15 de noviembre nació Chanuc Elena, en el Hospital de Ocosingo, perteneciente al programa IMSS Prospera.

 

En la actualidad, Nuk Rebeca está en espera de que se resuelva el recurso de revisión ya que el Juez sobreseyó el asunto por considerar que ya se le había brindado la atención médica durante el parto.

MARÍA

María tiene 34 años, es una indígena lacandona que habla maya y español, pero no sabe leer ni escribir.

Cuando GIRE la conoció, cursaba su cuarto embarazo y tenía 30 semanas de gestación. Su esposo y ella pudieron pagar el costo del ultrasonido privado que le pidieron en la UMR donde llevaba su control prenatal. Al igual que Nuk Rebeca, en la UMR no le daban medicinas ni vitaminas. Ellos tenían que comprarlas.

 

Supo que estaba embarazada por una amenaza de aborto. Su esposo y ella tuvieron que pagar un taxi para llegar al hospital del IMSS Prospera en Ocosingo. Estuvo cuatro días internada y recibió malos tratos y humillaciones. Su embarazo era de alto riesgo, por su edad y porque presentaba presión alta.

 

El 6 de febrero de 2017, acompañada por GIRE, presentó una demanda de amparo  en contra de la Secretaría de Salud local y Federal, el IMSS, la Secretaría de Desarrollo Social y la Coordinación Nacional de Prospera, por las violaciones graves a su salud que ponían en peligro su vida y la del producto.

 

El 15 de febrero nació su bebé en el hospital del IMSS Prospera en Ocosingo. Sin embargo, hubo una complicación: hasta la fecha, María y su esposo no entienden qué pasó durante el parto. La bebé no respiró y tuvieron que entubarla y dejarla internada. A María la dieron de alta al día siguiente, pero su hija estuvo internada hasta el 25 de febrero. Por lo pronto, la niña parece estar sana y estable, aunque no se sabe si ese evento tendrá consecuencias en el futuro ni cuáles podrían ser.

 

El Juez sobreseyó el juicio porque María ya había recibido atención médica. Se interpuso un recurso de revisión pero el Tribunal Colegiado confirmó el sobreseimiento.

KEILA

Originaria de Tabasco, Keila llegó a la comunidad por su noviazgo con Carlos, un indígena lacandón.

Cursaba un embarazo de 19 semanas y llevaba su control prenatal en la Unidad Médica Rural (UMR) y con una partera en Ejido Lacandón, comunidad que se encuentra a 30 minutos en auto.

 

Al principio de su embarazo contrajo una infección en las vías urinarias, por lo que tuvieron que trasladarse a Ocosingo para buscar la atención medica en el hospital del IMSS Prospera. Gastaron más de 4 mil pesos, lo que implicó un gran impacto en su economía familiar. Estaban preocupados pues no contaban con los recursos suficientes para salir de la comunidad en caso de otra emergencia médica.

 

El 6 de febrero de 2018, acompañada por GIRE, Keila presentó una demanda de amparo contra la UMR, la Secretaría de Salud local y federal, el IMSS, la Secretaría de Desarrollo Social y la Coordinación Nacional de Prospera por las violaciones graves a su salud que ponían en peligro su vida y la del producto.

 

Al igual que en el caso de Nuk Rebeca, el Juez ordenó que se le brindaran todos los servicios médicos necesarios para resguardar su vida.

 

El 2 de marzo, nació la bebé en el hospital del IMSS Prospera en Ocosingo. Keila tuvo que permanecer dos días internada pues sus plaquetas estaban bajas. Ahora se encuentra bien de salud.

 

El resultado del recurso de revisión fue desfavorable: el Juez consideró que la violación al derecho a la salud había terminado porque ya había ocurrido el parto.

NUK TERESA

Nuk Teresa es indígena lacandona maya hablante, no entiende español, no sabe leer ni escribir. Tiene 41 años y está casada con Joaquín, quien le ayuda como intérprete.

Cuando GIRE la conoció, cursaba su cuarto embarazo y tenía cerca de 32 semanas de gestación. El dato es incierto porque en la Unidad Médica Rural no tienen máquina de ultrasonido y Nuk Teresa y Joaquín no contaban con los recursos para pagar por uno. Debido a su edad y las condiciones físicas en las que se encontraba, su embarazo era de alto riesgo.

 

Se dio cuenta de que estaba embarazada en agosto de 2017, cuando presentó vómito con sangre. Su familia reunió un poco de dinero y pudieron trasladarse al hospital del IMSS Prospera en Ocosingo. El embarazo no estaba planeado por la pareja, pero tampoco pudieron prevenirlo porque no tenían para pagar los métodos anticonceptivos. El tiempo que Nuk Teresa permaneció internada estuvo sola, pues no permitieron que ningún familiar entrara con ella. Padeció gravemente no poder comunicarse ni entender lo que pasaba a su alrededor.

 

El 6 de febrero, acompañada por GIRE, presentó una demanda de amparo  en contra de la Secretaría de Salud local y Federal, el IMSS, la Secretaría de Desarrollo Social y la Coordinación Nacional de Prospera, por las violaciones graves a su salud que ponían en peligro su vida y la del producto, enfatizando su necesidad de estar acompañada por no hablar ni entender español. El Juez ordenó que se le brindaran los servicios médicos y que permitieran el acceso de uno de sus familiares, en caso de no contar con un traductor de maya lacandón.

 

El 16 de febrero nació su bebé en el hospital del IMSS Prospera en Ocosingo. Nuk Teresa tuvo que quedarse un día hospitalizada porque presentaba presión alta.

 

El 2 de mayo, el Juez sobreseyó el asunto. Se interpuso un recurso de revisión y se ganó. Se ordenó al Juez de Distrito reponer el procedimiento y dictar sentencia. En la actualidad, Nuk Teresa está a la espera de la resolución.